Trastorno por Déficit de Atención
Especialistas desde 2006 en el abordaje del TDA/TDAH
Es un trastorno que se inicia en la infancia. Se caracteriza por dificultades para mantener la atención, hiperactividad o exceso de movimiento e impulsividad. También pueden estar presentes ciertas dificultades en el control de los impulsos. Se ubica en la clasificación de los trastornos mentales de la APA (Asociación Americana de Psiquiatría), en el apartado de trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador.
De acuerdo con ésta clasificación, se establecen 3 subtipos, según la presentación del síntoma predominante:
A- Tipo con PREDOMINIO DEL DÉFICIT DE ATENCIÓN.
B- Tipo CON PREDOMINIO DE LA IMPULSIVIDAD E HIPERACTIVIDAD.
C- Tipo COMBINADO. Predominan tanto síntomas de desatención como de impulsividad e hiperactividad.
Debe tratarse de un patrón continuo en el que desatención, hiperactividad, impulsividad y otros aspectos, pueden estar presentes todo el tiempo. Por tanto, no debemos sorprendernos si
nuestro alumno «no para quieto», «no es capaz de concentrarse» o si «responde lo primero que se le pasa por la cabeza». Frases que se repiten con frecuencia en las derivaciones de estudiantes con este
cuadro.
NO SIEMPRE ES DÉFICIT DE ATENCIÓN
En los últimos años, el TDAH se ha convertido en un saco roto donde muchos niños con dificultades escolares son ubicados. Existen muchas ocasiones en las que no se puede hablar de un Trastorno por Déficit de Atención.
NO TODO EL DÉFICIT DE ATENCIÓN ES IGUAL
La atención es un constructo muy complejo. Podemos hablar de atención focalizada, sostenida, alternante, dividida… Es por ello que será muy importante valorar todas y cada una de las diferentes áreas relacionadas con la atención. Con ello podremos afinar a la hora de realizar un trabajo de intervención.
EL DIAGNÓSTICO del TDAH
Además de realizar una evaluación de los aspectos relacionados con la atención y calidad atencional, es importantísimo estudiar otros campos. Entre otros, se valorarán:
- Conduta.
- Habilidades sociales.
- Autonomía.
- Autoestima.
- Ansiedad.
- Autoconcepto.
- Estilo educativo.
- Límites.
- Cociente intelectual
- etc.
Sin duda alguna, el diagnóstico diferencial es crítico a la hora de diagnosticar de TDA a un estudiante
LA INTERVENCIÓN
Es necesario llevar a cabo un proceso diagnóstico. Una vez realizado y con un buen diagnóstico, se diseñarán las estrategias terapéuticas para favorecer la correcta integración, desarrollo cognitivo, emocional y social.
Nos coordinamos con Centros de Estudios, Colegios, Neurólgos, Neuropediatras, Psiquiatras y otros profesionales.
LA MEDICACIÓN
Debe ser un Facultativo quien indique el consumo de fármacos por parte de un estudiante. Nosotros podremos ofrecerle nuestra opinión pero no podremos invitarle a dejar de tratar farmacológicamente a su hijo ni instarle a que inicie el tratamiento. Lo que sí podemos decirle es que estos fármacos no curan pero pueden ser útiles. Son útiles, sobretodo si están bien prescritos e indicados, pero además, es necesario que el niño medicado reciba un tratamiento Psicopedagógico en las diferentes áreas:
- Social
- Personal
- Cognitivo
- Reeducación atencional
- Educación emocional
- Conducta y modificación de conducta.
- Impulsvidad
- Otros aspectos asociados como trastorno del comportamiento o hiperactividad.
Es esencial que su hijo siga un trabajo con un profesional de la Neuropsicología, Psicopedagogía o Psicología. En nuestro Centro, estamos seguros, encontrará al profesional adecuado.
Desde 2006 trabajamos con escolares con dificultades de aprendizaje. No dude en consultar con nosotros sin compromiso alguno su caso particular: 605.075.646 Estaremos encantados de atenderle y asesorarle desde la primera llamada.